Hoy decimos de manera coloquial que los hijos llegan con un chip con un sistema que les permite acceder a la tecnología de una manera fácil, dinámica y sin resistencia, vemos a nuestros hijos de 1, 2 3 años, a nuestros amados incomprendidos adolescentes apasionados por la tecnología; una tecnología que cada vez más los sumerge en un imaginario de mundo virtual generando en éstos estados de dispersión. Por experiencia clínica encuentro niños con trastorno deficitario de atención o dispersión inducida y no precisamente por alteraciones de orden neurológico sino producido por el abuso en el exceso de la tecnología (Tablets, Smartphone, Video juegos).

Apreciado padre de familia: el niño o joven no presenta un déficit de atención sino que tiene un exceso de atención, este exceso de atención desenfoca; en consecuencia es importante que los padres de familia tomen medidas frente a la autorregulación de estos sistemas tecnológicos. Los centros comerciales inundan sus vitrinas con este tipo de tecnología, hagamos un alto y preguntemos para que quiero regarle una tabla o un Smartphone a mi hijo?. ¿Cuál es la consecuencia cuando permito el abuso de estos aparatos en el sistema de comunicación familiar e individual de mi hijo? – Papá tu eres el guardián del castillo y tu función es velar por lo que dejas entrar a tu casa.

Es notorio el deterioro de los proceso de comunicación al interior de las familias cuando no se establecen normas en el uso de las tabletas y celulares. Toda tecnología debe ser usada para mejorar la calidad de vida y no precisamente para deteriorarla o mejor para complicar nuestras relaciones a nivel de familia o en los procesos de aprendizaje.

Poco a poco la tecnología está desplazando el sagrado sitio de encuentro familiar que es la mesa o el comedor, ya los padres e hijos no conversan entre sí, sino chatean entre sí, poco a poco estamos siendo excluidos por la tecnología mal manejada, estamos presenciando la caída de la comunicación efectiva en familia.

Otro de los aspectos que tenemos que tener en cuenta a la hora de regalar alguna tecnología en especial, es establecer la madurez en el cual deben ser dados estos regalos, en la medida en que más temprano los niños accesen a las tablas a los celulares vamos a encontrar niños más disociados (dispersos), niños con más dificultades en los procesos de socialización, niños con pensamientos en un plano virtual o en un plano de redes sociales lo que hacen que las relaciones sean básicas.

Regalar tecnología implica sí como padre de familia vas a ser responsables en el manejo de esta tecnología y si vamos a regular el buen uso de esta. Los colegios compiten no por los procesos de formación, sino por quien implementan rápidamente ayudas tecnológicas como las tablas y el internet como herramienta de consulta y estudio; todo tiene un límite y lo que no se autorregula se autodestruye, si no autorregulamos el uso de la tecnología a nivel de nuestra familia, de las instituciones educativas tarde o temprano evidenciaremos niños y niñas en mutismo o silencio social en el plano de la realidad. (Sin hablar de las pobres relaciones de pareja de hoy que sería para otra columna – parejas watsap o tipo face).

Las relaciones interpersonales, el ambiente rico en conversación familiar debe sobreponerse al uso de las tecnologías; los padres de familia tengan en cuenta que si tu regalas una tabla a un niño es como regalarle un chupo a ese bebe. “Encuentra uno padres de familia que ante la pataleta de sus hijos, ante el llanto de ellos prefieren darle la tabla o el celular para que se callen”. Recuerda que lo que No se autorregula sé autodestruye, eres responsable de lo que dejas entrar a tu casa.